Ingeniero de Caminos, Canales y Puertos de profesión
fue uno de los
escritores españoles más influyentes de la literatura española de la segunda
mitad del siglo XX.
He aquí su vida y su obra.
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Biografía
1927
Juan Benet
Goitia, ingeniero y escritor, nació en Madrid, España, el 7 de Octubre de1927,
hijo del abogado Tomás Benet Benet y Teresa
Goitia Ajuria.
Ocupa
el tercer y último lugar en el orden de hijos del matrimonio, precedido de
Marisol, que le lleva tres años, y Paco,
tan solo once meses mayor, pero que gozará de una influencia decisiva -tanto en
el plano intelectual como en el personal- sobre el benjamín.
1936
Al principio de la Guerra Civil
Española, cuando contaba ocho años, un grupo de anarquistas fusila a su padre en el muro de La Moncloa, después de un
juicio sumarísimo en la checa de Fomento
1937
Su familia
decide trasladarse a San Sebastian y allí estudia los dos primeros años de
Bachillerato, al cuidado de los marianistas de Aldapeta. En esta época conocerá
a Javier Pradera y a su luego íntimo amigo Alberto
Machimbarrena
1939
Finalizada la guerra, vuelven los Benet a la
capital, donde prosigue Juan el bachillerato en el
Colegio de El Pilar en compañía de su hermano Paco y sus amigos Eduardo
Aleixandre, Carlos María Bru, Félix Costales y Joaquín Portas.
1942
Comienza a leer a conciencia a
. Edgar Allan Poe, Stevenson – en
traducciones al castellano a partir del francés-, Stendhal y Baroja son, entre otros, los autores frecuentados.
1944
Concluye sus estudios de bachiller y se
aplica durante los cuatro siguientes apreparar el ingreso en la
Escuela de Ingenieros de Caminos, para lo cual será alumno de
Gallego Díaz, a quien siempre tuvo por su más brillante profesor.
1945
Aconsejado por su hermano Paco y por sus primos
Fernando y Carmelo Chueca, lee a Kafka y a Thomas Mann.
1946
Entra en contacto con la obra de William Faulkner, gracias a su amistad
con el pintor palentino Juan Manuel
Caneja, que era un faulkneriano feroz y uno de los introductores del autor
estadounidense en España.
1948
Ingresa en la Escuela de Ingenieros de
Caminos. En estos años conoce a Alfonso Buñuel, Víctor Fairen, Paulino Garagorri, Luis Martín Santos; Rafael
Sánchez Ferlosio, Carmen Martín
Gaite, Ignacio Aldecoa, Pepín Bello,
Domigo Dominguín, todos ellos
frecuentados en las tertulias literarias de los cafés Gijón o Gambrinus, de la
calleZorrilla. También resulta ser el más joven asistente a las tertulias que
se celebran en casa de Pío Baroja,
donde conoce a Julio Caro Baroja. Primera lectura de Marcel Proust.
1949
Pasa
las Navidades en París, la ciudad en la que su hermano Paco se había instalado
definitivamente tras haber urdido la fuga de Cuelgamuros
de Claudio Sánchez Albornoz y de Manolo
Lamana, que rendían penas en la construcción del Valle de Los Caídos (“La
verdadera historia del Valle de Los Caídos”, Daniel Sueiro; “Otros hombres”,
M.Lamana; “Los felices cuarenta”, Bárbara
Probst Solomon)
1950 Cumple el servicio militar en Toledo y aprende
inglés mediante una gramática y algunos libros. “Reflections in a golden eye”
de Carson McCullers es su primera lectura en lengua inglesa. Entra a formar parte de la Orden
de los Caballeros de don Juan Tenorio, cuyo Comendador es José Bello.
1952 En el mundo taurino, llega a formar parte de
la cuadrilla de Rafael Ortega en una primera y única salida a los ruedos en el
pueblo turolense de Calanda.
La Orden
de Los Caballeros de D.Juan Tenorio estrena, al término de su 4ª Cena
Penitencial, su drama en un acto “El
Burlador de Calanda”. La prensa recoge el acontecimiento con el siguiente
titular: “Domingo Ortega interpreta a D. Juan Tenorio” y es su primera reseña
en la prensa como autor (Diario “Pueblo”, sección “Toros”, 1/12/1952).
1953
Viaja en prácticas a Finlandia para trabajar
en la Helsingin Kaupungin
Sähkäläitos, una empresa que estaba levantando una central térmica en la bahía
de Helsinki.
A los 26 años realiza su primera publicación: La Revista Española
publica una obra de teatro titulada “Max
1954
Termina la carrera de ingeniero de Caminos y
se marcha, también en prácticas, a Ljungby, en Suecia
1955
Contrae matrimonio con Nuria Jordana – hija
del escritor catalán César Augusto Jordana-que le dará cuatro hijos – Ramón (1956),
Nicolás (1960),
Juana
(1961) y Eugenio (1962).
Es detenido por un panfleto
político junto con Vicente Girbau, Alberto Machimbarrena, Luis Martín-Santos y
Luis Peña Ganchegui. Pasa tres días en la cárcel de Carabanchel (Madrid).
Lee un libro capital en el desarrollo de su
literatura: “Os Sertoes”, del brasileño Euclides
da Cunha.
Trabaja en Ocisa, un consulting que se ocupaba de la asistencia técnica para
la construcción de las bases militares norteamericanas.
1 1956
Ingresa en MZOV (Compañía
de los Ferrocarriles de Medina del Campo a Zamora y de Orense a Vigo), donde
empieza la relación, que no abandonaría nunca, con sus dos grandes pasiones
profesionales: los túneles y las presas.
Dispuesto a ejercer su profesión de ingeniero – que siempre habría de
considerar su primera ocupación, por encima de la escritura – se traslada a El
Bierzo leonés y, con sede en el “Hotel Madrid” de Ponferrada, trabaja en los
canales de Cornatel y de Quereño
1959 - 1961
Vive en Oviedo, en las casas del Cuitu de la
calle de Uría, ocupado en la construcción de la doble vía de ferrocarril de
Lugo de Llanera a Villabona. Publica su primer libro de relatos “Nunca llegarás a nada” en una edición
costeada por el propio autor y bajo el sello editorial de Vicente Giner. Publica en 1960 “Teatro
Civil”, volumen que recoge sus dos primeras obras teatrales y otras de
diversos autores, representadas durante la década 1949-1959 por los Caballeros
de Don Juan Tenorio.
1961-1965
Se traslada de nuevo a León, esta vez a la
zona nororiental, para trabajar en la construcción de la presa del Porma; vive en una casa construida a pie de la obra donde
comienza a gestarse “Volverás a Región”. Conoce a Dionisio Ridruejo, en cuyo partido político (PSAD) militará por un
tiempo.
1966
Finalizado su trabajo en León se instala
definitivamente en Madrid, el número 226 de la calle de Serrano; conoce a Juan García Hortelano y al poeta Ángel González, que trabajan en el
M.O.P.U ; construye una casa de campo en Zarzalejo
cerca de El Escorial. Ve la luz un libro capital en el que Benet resume su
teoría literaria “La inspiración y el
estilo”. Su firma empieza a aparecer en Revista
de Occidente,, Cuadernos para el Diálogo, Cuadernos Hispanoamericanos y Triunfo,
revistas señeras de la época. En Abril muere su hermano Francisco Benet, al que
estaba muy unido, en un accidente de tráfico sucedido en
la carretera de Teherán a Bagdad.
Dirige las
obras de la presa de El Vellón (66-68).
1967
Conoce a Jaime Salinas quien le encarga la
traducción de “A este lado del paraíso” de Scott Fitzgerald
1968
Firma con José Vergés un contrato del que
siempre se arrepentirá: el contrato para la edición de su primera novela
“Volverás a Región”, en la que crea un territorio mítico, Región, donde se
desarrollan buena parte de sus narraciones.
1969
Obtiene el premio Biblioteca Breve con su
segunda novela “Una meditación”;
Juan García Hortelano fue el encargado de presentar la novela alpremio, que patrocinaba Carlos Barral,
escrita en un artefacto diseñado por elpropio Benet utilizando rollo de papel continuo, que le impedía volver
sobre lo ya escrito. Conoce a Rosa Regás , que publicará gran parte de los
títulos benetianos en la editorial La Gaya
Ciencia; viaja por primera vez a Estados Unidos. Trabaja en
la construcción de la presa de El Atazar (bóveda 1969-72).
1970
Publica “Una meditación”, el cuento “Los
padres” y el volumen de ensayos “Puerta de tierra”. Pere Gimferrer, Félix de
Azúa, Vicente Molina Foix, Javier Marías, Antonio Martínez Sarrión y Eduardo
Chamorro, entre otros, inician amistad con Benet, quien, de ese modo, pasa a
ejercer cierto magisterio sobre escritores más jóvenes.
Importante
reforma en su casa de Zarzalejo para introducir una mesa de billar. Viaja a
los Estados Unidos por primera vez para adquirir una tuneladora de la firma Robbins de 5,5 m de diámetro para el túnel 12 de Villarejo de Periestaban en
el Trasvase Tajo-Segura.
1971
Publica “Teatro”
y una cuidada edición, con fotografías de Colita, de una novela corta-o relato
largo- “Una tumba”.
1972
Publica la novela “Un viaje de invierno”y “5
narraciones y 2 fábulas” . Se va a vivir al número siete de la calle
delPisuerga
en la madrileña colonia de El Viso, lugar de encuentro y de míticas tertulias
para muchos escritores y aspirantes a serlo. En la revista El Urogallo se publican dos poemas suyos “En Cauria” y “Un
enigma”.
1973
Publica “La
otra casa de Mazón” y “Sub rosa”,tras
los cualesabre un paréntesis de tres
años sin publicar nada ya que se suceden la muerte de su esposa Nuria (1974) y la
de su amigo Dionisio Ridruejo (1975). Proyecto de las presas de Uzquiza y Rialp.
1976
Da a la imprenta tres ensayos: “Qué fue la Guerra Civil”, dedicado a
Rosa Regás; “En ciernes”, a algunos
amigos de tertulias literarias y “El
angel del señor abandona a Tobías”, a Nuria in memoriam.
Viaja a China, invitado por el Gobierno de Mao junto a otros nueve
colegas ingenieros.
Se funda
el diario El País. En los años siguientes el periódico se convierte en
plataforma para innumerables artículos y ensayos de pluma benetiana.
1977
Publica “En el estado” y “Cuentos completos”. Inicia
las obras del salto de los Moralets en Lérida
1978
Benet escribe “Un proyecto para una
Constitución” en pleno debate sobre la constitución española. Artículo único:
"A todo ciudadano español se le reconoce el derecho a fracasar.".Viaja con Juan García Hortelano
a Estados Unidos, donde dan varias conferencias. Se edita “Del pozo y del Numa”, un libro mitad ensayo, mitad relato.
1979
Se
estrena – en gallego- su obra teatral “Anastas”,
en el Teatro Bellas Artes de Madrid
1980
Edita “Saúl
ante Samuel”. Queda finalista del premio Planeta con “El aire de un crimen”, novela posteriormente llevada al cine de la
mano de Antonio Isasi Isasmendi.
1981
Inaugura una exposición pictórica en la
galería de arte Italia-2, en Alicante, con el título “Operaciones navales y
collages”: se trata de veinte cuadros
y trece collages, todo lo producido
entre 1976 y 1980.
Ilustradas precisamente con collages de
Emma
Cohen salen a los escaparates sus “Trece
fábulas y media” y un libro de ensayos “La moviola de Eurípides.
1982
Conoce a la poetisa Blanca Andréu,
que se convertirá en 1985 en su segunda esposa; ve la luz “Sobre la incertidumbre”, una recopilación de artículos; también se
termina de imprimir en el taller de Artes Gráficasde Gonzalo Bedia en Santander, “En la penumbra”, primera redacción de
la novela que en 1989 publicará Alfaguara.
1983
Publica “Artículos
I” (1962-1977)
De 1983 a 1986 aparecen los tresvolúmenes de “Herrumbrosas lanzas”, obra inacabada en la que levanta un mapa
geográfico, personal y social de su territorio narrativo, el Mapa deRegión. Es nombrado Caballero de la orden de las Artes y de las
Letras por el Ministerio de Cultura francés.
1987
Recoge en “Otoño en Madrid hacia 1950” diversos escritos de carácter memorialista
ya publicados con anterioridad. Esnombrado vocal del Comité Español de Grandes Presas y elColegio de Ingenieros de
Caminos le concede la medalla de Honor.
1988
Concluye los trabajos en la presa de Santa Eugenia, cerca de la
localidad gallega de Corcubión. Recibe en la Presidencia
autonómica, el premio “Comunidad de Madrid” en el apartado de literatura y por
el conjunto de su obra, concedido por unanimidad.
Asiste habitualmente a una tertulia en el
restaurante José Luis de Madrid con Juan
García Hortelano, Jesús Aguirre, Javier Pradera, Clemente Auger, Elías Querejeta y Manolo Matji, entre
otros, que es retratada por su hijo Eugenio en la llamada “Tertulia de los Juanes”. Muere Alberto Machimbarrena.
1989
Abandona Cubiertas y MZOV ycomienza a organizar su propia
empresa de ingeniería, Compañía Hidrocinética Regional, S.A. Publica una obra
de encargo “Londres victoriano”, en
la colección “Ciudades en la
Historia”. Muerte de Pablo García Arenal.
1990
Reúne diversos ensayos -ya publicados en revistas
u otros lugares con anterioridad- en “La
construcción de la Torre
de Babel”, que será traducido poco después al francés y al alemán. El Colegio de Ingenieros de
Caminos, Canales y Puertos de Cataluña otorga a Benet su más alta recompensa:
la medalla Ildefons Cerdá, "tanto por la categoría de Benet en el
ejercicio de su profesión como, y muy especialmente, por su significación en el
ámbito de la cultura literaria en la
España contemporánea
1991
Aparece “El
caballero de Sajonia”, visión novelada de algunos episodios de la vida de
Lutero, en el que, por primera vez, el paisaje novelesco no es el de Región.
1992
Viaja a la India y en compañía de
Miguel Aguiló realiza una gira por Argentina, Australia y Singapur. Muere su gran amigo Juan García
Hortelano y en septiembre contrae la enfermedad
acabará con su vida. Se inician las obras de la presa de Rialp. Acepta corregir “Saúl ante
Samuel” y entrega el nuevo manuscrito a finales de Diciembre. Aparece en las
páginas de opinión de El País el que habría de ser su último artículo “Wojtysolo”.
1993
Juan Benet muere el 5 deenero de 1993 en su casa de Pisuerga y es
enterrado en el madrileño cementerio de La Almudena.
En 1994 la Compañía Hidrocinética
Regional redacta y entrega su proyecto póstumo: “Estudio de viabilidad de la
comunicación hidráulica entre los embalses de El Conde, en el río Huso y de
Guadarranque, en el río Guadarranque, y del régimen de caudales de
transferencia”, esto es, el trasvase entre los ríos Tajo y Guadiana
Se
suceden diversas traducciones,
reediciones, homenajes y libros
póstumos:
Prosas Civiles (1994)
Páginas impares (1996)
Benetiana, catálogo de la exposición de sus creaciones
plásticas organizada por Eugenio Benet en Madrid (1997)
Cartografía personal (1997)
Cuentos Completos (1998)
Trece fábulas y media y fábula decimocuarta (1998)
Herrumbrosas lanzas (1998)
La sombra de la guerra (1999)
Una biografía personal (2007)
Infidelidad
del regreso (2007)
Si yo fuera presidente (2009)
Teatro completo (2010)
Variaciones sobre un tema romantico (2011)
Ensayos
de incertidumbre (2011)
Carmen Martin Gaite y Juan Benet:
Correspondencia (2011)
En 1980, el escritor Juan Benet, cedió al grupo Margen una carta con sus recuerdos leoneses.
LA CARTA DE JUAN BENET (Madrid, 22 de julio de 1980)
(…) Me limitaré, como es su deseo, a contarle en cuatro líneas mi época leonesa que desgraciadamente fue más breve de lo que yo esperaba entonces. Habiendo acabado la carrera y tras trabajar durante casi dos años en una oficina de proyectos en Madrid, comprendí con claridad que lo que me interesaba de mi profesión era la ejecución de obras y, a poder ser, en el campo. Creo que en marzo de 1956 ingresé en la entonces MZOV, hoy incorporada a CMZ, una Compañía que había construido el legendario ferrocarril Zamora-Vigo y que por aquellas fechas iniciaba unas obras en el canal del Jarama y otras en el Bierzo. A punto estuve de ser despachado hacia el Jarama, pero la suerte quiso que me enviaran a Ponferrada donde MZOV había contratado los canales de Quereño y Cornatel para la Empresa Nacional de Electricidad.
Yo estaba recién casado y había nacido mi primer hijo; Ponferrada era entonces –según se decía– la ciudad de mayor crecimiento y turbulencia de España a causa de las numerosas obras hidráulicas, la minería del carbón y los cotos Wagner y Vivaldi. Parecía una ciudad del oeste y no había manera de encontrar un piso por lo que hasta el otoño de aquel año tuve que vivir en el hotel Madrid, en la carretera de La Coruña, atiborrado todo el año de técnicos de toda índole, más o menos de mi edad. Lo cierto es que en Ponferrada se trabajaba mucho y en unas condiciones bastante duras: eran los años anteriores a aquel I Plan de Desarrollo y en España todavía no había nada de nada: unas pocas máquinas de antes de la guerra, unas carreteras infames, grandes zonas sin electrificación y un paisaje que abandonaba la azada para coger el pico.
No le exagero nada cuando le digo que teníamos que trabajar quince horas diarias, los sábados incluidos. En cambio, como se ganaba bastante dinero (unas 15.000 pesetas al mes) los fines de semana eran sonados. Yo había comprado un 2 CV –de fabricación francesa– al que nos subíamos a veces hasta seis personas ávidas de salir de Ponferrada en donde en todo el invierno no veíamos más que hollín y niebla. Con los amigos y compañeros que trabajaban en el Sil, hacia Orense y Viana del Bollo, nos solíamos citar a medio camino –por lo general en los altos de Rodicio o en Castro Caldelas– y echar un baile en La Rua. Aparte de eso, en Ponferrada había dos o tres bares con unas mujeres brutales de donde era difícil salir completamente ileso. Cierto sábado en que partíamos muy tarde en dirección a La Coruña la noche, la niebla y el hielo nos sorprendieron bajando el puerto de Piedrafita y en una revuelta el coche dio un patinazo, giró sobre sí mismo y a punto estuvimos de despeñamos. Debimos pasar el susto a fuerza de vino porque subimos al coche sin damos cuenta de que estaba en dirección opuesta a la que llevábamos y cuando ya entrada la madrugada alcanzamos de nuevo Villafranca el personal a punto estuvo de lincharme.
Al fin en Ponferrada alquilé una casa de dos plantas en el barrio viejo, en la calle que creo se llamaba Diego Antonio González o por otro nombre La Obrera, por el casino que había allí, muy cerca de La Encina. Era una casa del siglo pasado, con un pequeño huerto, con un buen número de habitaciones y desvanes vacíos en uno de los cuales mi mujer encontró dos esqueletos completos, con los cuales yo quise montar una historia romántica que se demostró improcedente porque los esqueletos resultaron ser de pasta.
De Ponferrada me trasladé a Oviedo a finales de 1959, para dirigir la construcción de un túnel ferroviario entre Lugo de Llanera y Villabona que debía ejecutarse en un año y que no lo pude hacer en menos de dos. Era una obra mucho más sencilla que las de Ponferrada, siendo su mayor problema la velocidad de construcción y la escasa seguridad que teníamos en los pozos y en los avances del túnel. Había dos pozos de unos 30 metros de profundidad por los que descendíamos montados en un balde colgado del gancho de una grúa de albañilería de 250 Kgs. de capacidad de carga. Una mañana en que me disponía a bajar con el encargado, en el mismo momento en que subía al balde me comunicaron que mi presencia era imprescindible en aquel momento en otro punto de la obra. Le dije al encargado que bajara él, pero como el viaje era lento y obstrusivo, el encargado –una persona excelente e inolvidable, que se llamaba Osoro– bajó con otro operario de menor peso que él. Parece ser que se segó un pasador del acoplamiento, el cabrestante giró loco y ambos se estrellaron contra el suelo: Osoro por su corpulencia recibió en su cuerpo todo el impacto y murió en el acto. Luego tal vez vino lo peor: El viaje a Cangas de Onís a decirle a una mujer admirable que era viuda. En aquellos años ya se sabía: un kilómetro de túnel, de cualquier dimensión, cobraba dos o tres vidas, con bastante suerte.
En toda aquella época me fue difícil escribir algo, apenas tenía tiempo libre y el que tenía prefería consumirlo en hacer cosas más interesantes, como ver a los amigos, viajar y visitar el país. Pero en Oviedo empecé a disfrutar de ciertas horas libres a la caída de la tarde porque allí apenas tenía amigos y el trabajo no se prolongaba por la noche. Así pues, creo que en el invierno del año 60/61 y entre las ocho y diez de la noche, escribí un libro de relatos titulado “Nunca llegarás a nada” que publiqué a mi costa este último año, sin el menor éxito, naturalmente. Creo que fue en 1961, viviendo en Oviedo, cuando el MOP sacó a subasta las obras del pantano del Porma que comprendían la presa del mismo nombre, una variante de la carretera de Boñar a Campo de Caso y el trasvase a aquel río de las aguas del Curueño; aquel verano me dediqué a estudiar la obra –nunca hasta entonces había hecho un estudio tan importante ni nuestra Compañía se había introducido en el campo de la construcción de grandes presas– y a conocer la montaña leonesa entre los puertos de Leitariegos, San Isidro y Ventana, más o menos.
En la primavera de 1961 la presa del Porma fue adjudicada a MZOV y a comienzos de aquel verano me trasladé con mi mujer y tres hijos –una recién nacida– a vivir en la Venta del Remellán (un famoso lugar donde se comían las mejores tortillas y truchas de la provincia, situado a medio camino de Boñar a Valdecastillo) mientras nos construíamos una pequeña casa en las inmediaciones de la presa, en un prado junto a la confluencia del arroyo Pardomino con el río Porma.
En aquella pequeña casa del Porma vivimos de 1962 a 1966 con frecuentes interrupciones porque en el curso de aquellos años contratamos otras obras en las provincias de León y Oviedo –unos riegos en el Páramo y un acondicionamiento del Puerto de Pajares– que yo dirigía desde allí. Así pues, en realidad nunca viví en León capital donde, sin embargo, con frecuencia tenía que hacer noche, siempre en el hotel Oliden, y contaba con varios amigos, casi todos relacionados con la profesión: Andrés Arenas, Aurelio Ruiz, Juan Chacón, Carlos Presa y Carlos Céspedes. Eran, más que nada, amistades nocturnas para jugar en el Salamanca, cenar en casa Pozo, en el Besugo o en el Burro, trasnochar en el Yuma y jugar en el Casino, a donde yo iba de mirón más que nada; y a despertar algunas mañanas en la Venta del Jamón, un lugar de no muy buena reputación, situado en la carretera de Oviedo y que era la última puerta practicable a ciertas horas de la madrugada para recibir alguna hospitalidad. Con aquellas noches la continuidad del trabajo era tal vez posible gracias a la paz que reinaba en el Oliden –los techos altos, los suelos de linóleo, los sanitarios ingleses, la ropa siempre limpia, un silencio de basílica encomendado a viejos camareros, y los samaritanos cuidados de Lupicinio– donde sólo en muy contadas ocasiones recuerdo haber visto una mujer.
Para mí y para mi familia –y creo que para toda la gente que trabajaba conmigo– los años de Porma fueron decisivos. Me atrevo a afirmar que fue en Porma donde completé mi formación de ingeniero, donde adquirí una manera de ejercer la profesión que se aprende de una vez para siempre y que, con independencia de los conocimientos pasados y futuros, apenas se modificará ya; donde, para llenar las largas noches invernales de aquel lugar extremadamente solitario, escribí por enésima y definitiva vez una novela –”Volverás a Región”– que en buena medida vino a suponer cierta madurez literaria, o, al menos, un acercamiento más serio a la afición que hasta entonces sólo había practicado a ratos perdidos y bien perdidos.
Mi mujer y mis hijos se vinieron a vivir a Madrid hacia 1964, pasando en Porma sólo los veranos y algunas navidades. Yo aguanté, menudeando las estancias en aquella casa a la que tenía un especial apego con frecuentes viajes a otras obras, hasta 1966 en que por motivos puramente profesionales tuve que trasmitir la dirección de todas las obras leonesas y asturianas de nuestra Compañía a otra persona. Desde entonces apenas he vuelto por León y siempre ha sido de paso. Durante diez años viví en aquellas tierras; en esencia, el único período de mi vida que he vivido fuera de Madrid pero que, por lo mucho que significó para mí, por la impronta con que me marcó, por el motivo de inspiración para mis aficiones literarias y el definitivo sesgo que allí adquirió ese aspecto de mi vida, constituye tal vez el momento de fraguado de la sustancia de que he sido hecho.
(…) [JUAN BENET]
→ Esta carta se reprodujo así en dos páginas de la revista «Margen»: