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sábado, 6 de diciembre de 2025

Juan Benet y los toros

 


                                                            Juan Benet y los toros

 

   Aunque el escritor nunca fue aficionado a los toros, en su juventud tuvo una amistosa y estrecha relación con diestros como Domingo, Pepe y Luis Miguel Dominguín o Domingo Ortega:

           

Luis Miguel Dominguín y Lucía Bosé (centro, de pie) el día de la boda de Juan Benet y Nuria Jordana

En dos ocasiones sale al ruedo: una el 2 de octubre de 1955 en la madrileña plaza de toros de Vista Alegre en un “Grandioso festival taurino” con seis toros de la ganadería de Enrique García y con la participación de los diestros Joselito Álvarez, Antonio Aguado, Juan Bravo Cantalejano, Pepe Ortíz, Celestino Domínguez y Ángel Rodríguez y los banderilleros Pedro Aparicio (Pedrín), Miguel Cuellar, Ramón Edo, Francisco Martín, Cipriano Castillo, Manuel Castillo, Dionisio Recio, Luís Calderón de la Barca, Pablo Sáez (Chicorro), Pedro de Luís, Agustín Almendro y Juan Benet (El Novelas).  

                                      

 

La segunda, el 13 de octubre de 1955 en la localidad turolense de Calanda en un “Enorme festival taurino” donde cinco novillos de la ganadería de Piedad Figueroa son lidiados por los diestros Pepe Dominguín, Luís Miguel Dominguín, Rafael Ortega, Antonio Palacios y Jesús Omedas, el banderillero es el propio Benet que actúa con el apodo de “El Peque” junto a Pepín Bello y a Fernando Chueca, puntillero.

 

                                  

 

En 1984, durante una entrevista para RTVE, Juan Benet contó que “Domingo tenía un negocio en el que rara vez la cuadrilla estaba completa, así que la completábamos los amigos para hacer número al salir; luego todos nos íbamos por el callejón y ya nadie contaba. Me vestía con traje de luces de cuarta mano, salía, me cambiaba de inmediato, y veía la corrida”.

 

                                 

                                                       Juan Benet y Domingo Ortega

 

Sólo en una ocasión nuestro padre nos llevó a mis hermanos y a mí a presenciar un espectáculo de “forcados” durante un viaje a Portugal en 1976.